“Ciertamente les aseguro que,” dijo Jesús, “antes de que Abraham naciera, ¡Yo soy!” Juan 8:58
En la vida, todos tratamos de encontrar una varita mágica que nos permita lograr, si no todas, la mayoría de nuestras metas. Como la mayoría de ustedes, quienes están leyendo este artículo, yo también he buscado esa varita mágica difícil de encontrar. Mientras realizaba esta búsqueda de toda la vida, me intrigaron los escritos de Napoleón Hill, quien escribió Piense y Hágase Rico (1937), en el cual plantea que nuestros pensamientos determinan nuestro destino. Este tema es evidente en una de las famosas citas de Hill, “Lo que la mente del hombre puede concebir y creer, lo puede lograr.”
Incluso antes del libro de Hill, que da qué pensar, apareció otro libro igualmente influyente, escrito por Wallace D. Wattles, llamado La Ciencia de Hacerse Rico (1910). Se dice que el libro de Wattles fue la mayor inspiración del gran libro éxito de ventas de Rhonda Byrne, El Secreto (2006), en el cual la autora habla de la ley de la atracción, que en su esencia también tiene que ver con controlar nuestros pensamientos. Enfocar nuestros pensamientos es esencial para nuestro bienestar general. Más importante aún, asegurarse de que nuestros pensamientos positivos estén en tiempo presente en lugar de tiempo futuro, es la forma más efectiva que he encontrado para alcanzar nuestras metas.
Introducción
Desde tiempos muy remotos, mucho se ha escrito sobre cómo nuestros pensamientos a la larga determinan lo que logramos. Se dice que solo necesitamos creer sin lugar a dudas que nuestros pensamientos se concretarán, y por lo tanto, sucederá. La parte difícil es que debemos creer sin duda alguna. La mayoría de las veces no sabremos cuándo ni cómo nuestros pensamientos se concretarán. Requiere una cierta cantidad de fe que la mayoría de nosotros sencillamente no tenemos.
Es el tipo de fe de aquella niña que sujeta el cepillo de pelo como un micrófono simulado y finge que es una cantante famosa. Ella sabe (no solamente cree) que seguramente se convertirá en una cantante famosa. De hecho, en su mente de joven, ella ya es una cantante famosa y es solo cuestión de tiempo que el resto del mundo la descubra. Es aquel muchacho de escuela primaria que creció para ser un científico reconocido porque él sabía que ese era su destino. Es el jugador de golf que se enfocó en conseguir y tal vez un día sobrepasar los logros del ídolo de golf de su infancia para convertirse en uno de los mejores jugadores de golf de todos los tiempos. Es la muchacha universitaria que con el tiempo dirigió una de las más grandes y exitosas compañías del mundo que cotizan en la bolsa, porque ella sabía que era su destino.
Lo que todas estas personas tienen en común es que ellos creyeron que era solo cuestión de tiempo para que sus sueños se hicieran realidad. De hecho, se enfocaron en un pensamiento positivo, inmutable, acerca de su propio futuro y este pensamiento se convirtió en una gran proporción de sus pensamientos de todo el día.
Enfocarse en Pensamientos Positivos
Si uno se enfoca atentamente en un pensamiento positivo, entonces apenas hay tiempo para detenerse en pensamientos negativos, pensamientos de dudas sobre uno mismo que suelen aparecer más frecuentemente que los otros. No es difícil tener un pensamiento positivo sobre nosotros mismos en el futuro; sin embargo, es extremadamente difícil impedir que los pensamientos negativos nos abrumen. En mi experiencia, las personas tienden a pensar más en las cosas que podrían salir mal que en las que podrían salir bien. Por ejemplo, si tú crees que mereces un aumento salarial por el gran trabajo que haces, si eres como la mayoría de las personas que conozco, es muy probable que seas invadido por pensamientos de por qué no vas a recibir ese aumento salarial. Ideas tales como, “No le caigo bien a mi jefe,” o “Mi colega siempre consigue lo que quiere; por tanto, si le van a subir el sueldo a alguien, va a ser a ella.” Inevitablemente, terminarás sin tener tu aumento salarial, y te dirás a ti mismo, “yo sabía que no me lo iban a dar de todas maneras.” Irónicamente, los pensamientos en los que te enfocaste tan atentamente realmente se concretaron. Desafortunadamente, en este ejemplo, los pensamientos enfocados eran más negativos que positivos.
Un Experimento Mental
Vamos a hacer un experimento. ¿En qué estas pensando ahora mismo? Escríbelo. ¿Es un pensamiento positivo o negativo? En los próximos siete días, toma un momento para anotar lo que estas pensando una vez por hora desde las 9 AM hasta las 5 PM. Clasifica cada pensamiento como positivo o negativo. Al final del periodo de siete días, haz la cuenta del porcentaje de pensamientos positivos que tienes en relación a los negativos. Puede que te sorprenda con cuanta frecuencia te enfocas en los pensamientos negativos en lugar de positivos. Como estableciera Ralph Waldo Emerson, “Nos convertimos en lo que pensamos durante todo el día.” Creo que esto es tan verdadero como las leyes de gravedad. Si damos un paso desde el borde de la cima de un edificio de tres plantas, nos caeremos. No hay dudas sobre esto. De la misma manera, si estamos constantemente pensando en cosas negativas, nos sucederán cosas negativas. Por tanto, ¿por qué no enfocarnos en cosas positivas?
“Yo Soy” en lugar de “Yo Seré”
¿Por qué algunas personas alcanzan sus metas mientras que otras fracasan? ¿Cómo podemos convertirnos en la persona que triunfa con más frecuencia que lo que fracasa? Para alcanzar nuestras metas, debemos controlar nuestros pensamientos. Nuestros pensamientos deben ser positivos, y debemos tener fe absoluta en que alcanzaremos las metas deseadas. Un paso importante para alcanzar nuestras metas y controlar nuestros pensamientos es pensar en tiempo presente más que en tiempo futuro. Debemos cambiar pensamientos basados en “Yo seré…” (es decir, el tiempo futuro) a pensamientos de “Yo soy…” (es decir, el tiempo presente).
Esto puede parecer sutil, pero es un cambio crítico en la manera en que pensamos sobre las cosas. Por ejemplo, yo siempre quise ser escritor. Durante años, mis pensamientos estuvieron orientados hacia el futuro. Tenía pensamientos como, “Algún día seré un escritor.” Sin embargo, cuando cambié mis pensamientos de “Seré un escritor” por “Soy un escritor,” en un corto periodo de tiempo escribí varios artículos y publiqué un libro, con otros en preparación. Una vez que mis pensamientos estuvieron en tiempo presente, comencé a actuar como si ya hubiera alcanzado aquello que había planeado lograr. No solo creía que era un escritor, sino que lo sabía.
Este también es un punto sutil, pero realmente crucial. Una vez que pasé de creer a saber, mi fe para alcanzar mi meta se hizo prácticamente absoluta. Mi fe se volvió absoluta porque, en mi mente, ya había alcanzado la meta. No tenía que preocuparme de cuándo o cómo mi meta se concretaría porque la preocupación trae consigo dudas sobre uno mismo y desafía nuestra fe. Mis pensamientos se hicieron abrumadoramente positivos. Ni siquiera las influencias de mi entorno, a veces negativas, pudieron disuadirme de alcanzar mi meta una vez que cambié mis pensamientos de “Yo seré” por “Yo soy.”
En Resumen
Para alcanzar tus metas en la vida, intenta lo siguiente:
- Cambia tus pensamientos de “Yo seré” por “Yo soy.”
- No importa la meta o su magnitud. No te limites a ti mismo, ya que los límites son otra forma de dudar de uno mismo.
- Asegúrate de tener más pensamientos positivos que negativos.
- Realiza el experimento mencionado anteriormente, donde anotas tus pensamientos una vez cada hora desde las 9 AM hasta 5 PM durante siete días. Si la mayoría de tus pensamientos son negativos, pasa los próximos 21 días intentando que tus pensamientos sean más positivos que negativos. Cada vez que tengas un pensamiento negativo, remplázalo por uno positivo. No dejes que nada ni nadie te impida pensar positivamente. Después de unos días pensando positivamente, verás cambios positivos en tu vida. Entonces comenzarás a creer. Una vez que creas, ganarás en confianza acerca de lo que serás. En este punto, querrás cambiar tus pensamientos de “Yo seré” por “Yo soy” y tus metas estarán prácticamente conseguidas.
- Escribe una oración sobre “Yo soy”, y enfoca tus pensamientos en esta meta tan frecuentemente como sea posible, durante todo el día.
- Después de monitorear tus pensamientos una vez cada hora desde las 9 AM hasta las 5 PM durante siete días, escribe una oración sobre “yo soy” y enfoca tus pensamientos en esa meta durante los próximos 21 días. Asegúrate de que tus pensamientos sean positivos y ten confianza absoluta de que tú ya has logrado eso que estás deseando.
Finalmente, ¿los pensamientos positivos nos pueden permitir lograr todo lo que nuestros corazones deseen? Esta es una frecuente mala interpretación de lo que son los pensamientos positivos. Tus pensamientos positivos deben ser relativos a ti y a tu situación, más que a la de otro. Por ejemplo, si soy un corredor y quiero convertirme en la persona más rápida del mundo, esto es posible, pero seguramente poco probable. Sin embargo, si actualmente corro una milla en un promedio de nueve minutos, puedo trabajar duro y lo más seguro es que logre hacer una milla en un tiempo de siete minutos. En este ejemplo, mi meta positiva es relativa a mí y a mi situación. Únete a mí, ten pensamientos positivos que estén en tiempo presente y sé todo aquello para lo que fuiste creado.
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El Dr. Milton Mattox es un escritor, ejecutivo de negocios de alto nivel y tecnólogo que ha trabajado con algunas de las compañías más elogiadas de América. Un experto en la ingeniería de software, la informática y la gestión de procesos de calidad, que continúa practicando las técnicas de liderazgo y las metodologías esbozadas en su libro y artículos para aumentar exitosamente el retorno en las inversiones de organizaciones y compañías.
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